El Conde de San Simeón con el Proto Eparca y Primado de la Europa Latina, del Rito Sirio-Bizantino, conversando amigablemente.
Visto los méritos y virtudes en que concurrís, los servicios prestados a Nuestra Persona y Causa, las demostraciones de lealtad constante a Nuestra Casa y Nuestra Dinastía, y queriendo hacer público el aprecio y estima que os dispensamos a Vos.
Hemos decretado y nominado, como efectivamente decretamos y nominamos agraciaros e investiros, con el Título, Rango y Dignidad de Conde de San Simeón, o de Qalaat Seman.
Título investido con las prerrogativas propias, privilegios, potestades, honores inherentes a los títulos de Nobleza Hereditarios y transmisibles “in perpetuum ad infinitud”, hasta la consumación de los Siglos, con el tratamiento de Excelencia .
Otorgándoos sobre el mismo el derecho al “Ius Disponendi”, para su transmisión a Vuestros Legítimos descendientes y al uso de Armas Propias que, por nuestro mandato, El Rey de Armas, del Soberano Colegio de Genealogía y Armorial de la Orden Bonaria, según Decreto pertinente, concede, registra y archiva, para Vos y Vuestro Linaje.
Conde de San Simeón, o de Qalaat Seman.
Qalaat Seman se encuentra a 40 kilómetros al noroeste de Alepo y aquí se localizan las ruinas de la iglesia de San Simeón, que fue erigida en honor de este santo, también conocido como Simeón el Estilita.Según parece, este santo permaneció durante 36 años encima de una columna con el deseo de aislarse del mundo buscando su paz interior y estar más cerca del cielo.
Era un pastor venido del norte de Siria que se hizo monje como resultado de un sueño.De la columna no subsiste más que un pequeño muñón de un par de metros; el resto se ha perdido a causa de la devoción al santo. Durante muchos siglos (Simeón murió en el año 459) todos los peregrinos y visitantes del lugar quisieron llevarse un recuerdo, un trozo de la columna del prodigio o siquiera un poco de polvo. De esta manera, el pilar fue desgastándose y desapareciendo.Poco después de su muerte, se construyó una de las más bellas iglesias de Oriente en la colina donde el santo había permanecido subido en su estrecho habitáculo.
Cuatro basílicas dispuestas en forma de cruz que creaban una especie de plaza octogonal, cubierta por una cúpula en cuyo centro se situaba la columna sagrada. En las ruinas actuales todavía se puede adivinar la sencillez y el equilibrio que conjugan las formas de un edificio considerado como una de las obras maestras del arte sirio preislámico. La bóveda central descansa sobre un conjunto de columnas, pilastras y bóvedas de gran armonía que tienen su continuación en las capillas laterales con ventanas de medio punto.