Nació en Campagne, región de Meaux. Su mayor azaña fue salvar al rey Luis VII de los turcos. Cuando el moncarca francés llegó a Antioquía, sus arcas estaban vacías y fue Evrard quien consiguió, en San Juan de Acre, los 2.000 marcos de plata que hacían falta para proseguir la guerra.
El rey amaba a los templarios y ordenó que el ejército entero siguiera su ejemplo. Ingresó muy joven en la orden. En el fondo no era un guerrero y estaba convencido de que la vida contemplativa era el camino más seguro para alcanzar la paz y la iluminación. Regresó a Occidente junto al rey de Francia y fue ordenado monje en Claraval. Después de ser admitido presentó su dimisión. Murió en 1.174 a los 84 años.
Su escudo de armas era acuartelado. En 1º y 4º la cruz del Temple y en 2º y 3º, sobre fondo azul, un cheurón de oro acompañado por tres conchas también de oro.