Tuesday, March 21, 2006

ORDEN TEUTÓNICA .-Alemania



La Orden teutónica se funda en 1.189, durante la segunda Cruzada por caballeros de origen alemán que participaban en el asedio por los cristianos a la fortaleza de San Juan de Acre.
Se trata de una Orden Religioso-Militar que en un principio fue conocida con el nombre de Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa María de Jerusalem.

Fue entonces cuando se elevó un hospital destinado para los cruzados teutones.La idea original fue combinar los ideales hospitalarios de la Orden de San Juan, con los militares de los Templarios, constituyendo una fuerza de caballería noble destinada a la defensa de la fé.
Para ingresar en la Orden Teutónica era menester haber cumplido como mínimo los 15 años y ser robusto y de fuerte constitución para soportar mejor las fatigas de las guerras.
Tenían prohibido el trato con las mujeres hasta el punto de que no se les tenía permitido besar ni a su propia madre o hermana, no poseían ningún bien y sus celdas debían de tener las puertas abiertas para que todo el mundo viera lo que hacían.

Sus armas no podían ser ni doradas ni plateadas y al igual que los Templarios vivieron durante largo tiempo con humildad y pobreza.

No es hasta 1229, gracias al patronazgo de Federico II Hohenstaufen, cuando la Orden Teutónica alcanzará plena independencia respecto del Hospital de San Juan. Su carácter militar será especialmente confirmado por el papa Inocencio III el 19 de Febrero de 1199.

En el año 1.198, los caballeros de esta nacionalidad se reunieron para estudiar y llevar a efecto, si existía acuerdo, la transformación del Hospital de Acre en una Orden Religiosa-Militar. Así se determinó, nombrándose a su primer Maestre, que fue Heinrich Wallpot von Passenheim. El segundo paso fue la elección del hábito, decidiéndose que éste fuera una túnica blanca con una cruz negra, a la que muy pronto añadieron la Cruz Dorada de Jerusalem.

Este fue el proyecto original; pero finalizada su participación en las Cruzadas, los caballeros de la Orden Teutónica regresaron a sus tierras de origen y, en lugar de disolver una Orden que había nacido para combatir a los musulmanes en Tierra Santa, decidieron continuar su obra en los países del Norte de Europa y así fijaron su atención en las posibilidades que ofrecía la evangelización de los territorios situados al Este de Alemania.

Favorecidos con importantes donaciones por Federico II en las tierras alemanas de colonización, en 1226 el duque Conrado de Masovia logró que la orden se trasladase a Prusia, con el objeto de conquistar y evangelizar el territorio.
Esto sucedió en el siglo XIII. Su primera acción fue acudir a Transilvania, emprendiendo una serie de acciones bélicas que finalizaron en estruendoso fracaso, ya que fueron expulsados de Hungría por Andrés II, rey de aquel país.

En el año 1.310, los caballeros de la Orden iniciaron la ocupación de Prusia, dirigidos por su III Gran Maestre, Herman Von Salza, intentaron entrar en la Pomerania desde donde se extendieron a Estonia.

La Orden concebida como Religiosa-Militar, se orientó casi exclusivamente a esta última ocupación, dado que una vez pacificada Prusia, extendieron su campo de acción a Livonia y Curlandia.

En 1237 la orden teutónica se vio nuevamente favorecida por la incorporación de los Caballeros ensíferos o portaespadas, organización fundada poco antes por el obispo Adalberto de Riga con idéntico objetivo cristianizador. Las actividades de la Orden Teutónica, aunque proclamando siempre que estaban en defensa de la fe, lo que en realidad significaban era la total germanización de las tierras que iban ocupando, ya que se dedicaban a la fundación de nuevos núcleos de población y estos inevitablemente eran poblados por elementos germanos. Para este designio se utilizaba la táctica de la fundación de grandes ciudades, en detrimento de la poblacion autóctona, a la que se sometía en ocasiones a verdaderas matanzas, o deportándola de unas tierras que habían habitado durante siglos y que, en realidad, eran suyas.

En el año 1.291, la pérdida, por los cristianos, de San Juan de Acre, en Tierra Santa, cortó los últimos y ya muy débiles vínculos de los caballeros teutónicos con el espíritu de las Cruzadas y la capital de la Orden y sede del Gran Maestre se trasladó a Venecia hasta el año 1.309, en que se decidió instalarse definitivamente en Malborck, ciudad desde donde las altas jerarquías de la Orden dirigían todas las actividades de la misma.

Durante el siglo XIV, la Orden Teutónica alcanzó el período de su mayor expansión y sus posesiones vinieron a constituir algo así como un enorme Estado Monástico. Obtuvieron la posesión total de la Pomerania y adquirieron el puerto de Danzing, culminaron el dominio sobre Estonia y ocuparon la isla de Gotland. La política de esta Orden fue variando según pasaba el tiempo; si al principio fue una organización más en las Ordenes de Caballería destinadas a la defensa de la fe cristiana, pronto se demostró que, bajo este pretexto, lo que se iba llevando a cabo era una política de agresión sobre otros Estados a los que se deseaba germanizar. A partir de la segunda mitad del siglo XIV, se inició la decadencia de la Orden Teutónica.

La aparición de una fuerte potencia militar constituida por la unión de Polonia y Lituania significó un rudo golpe contra los intereses expansionistas de los caballeros teutónicos. Y la Orden sufrió, frente al rey Ladislao II, de Polonia una tremenda derrota en la batalla de Tannenberg (15 de julio de 1410) de modo que al finalizar la guerra por la paz de Torun (1.466) la mayoría de los territorios que habían estado en posesión de la Orden Teutónica pasaron a depender de Polonia.

En el año 1.511 fue elegido su último Gran Maestre, Alberto de Brademburgo y aquí, en este preciso momento, es cuando se revela con toda claridad que los motivos que movieron a esta Orden en sus tiempos de expansión no fueron religiosos, sino políticos, ya que este Gran Maestre abandonó el catolicismo para adherirse a a la Reforma Protestante, secularizando la Orden, con lo cual se abandonó el ideal monástico para pasar a formar un Estado hereditario formado por las posesiones de los Hohenzollern.

En el año 1.525 se llevó a efecto la práctica desaparición de la Orden Teutónica. Ya nada quedaba de sus principios, de su misión en Tierra Santa, de sus carácter de Hospitalarios, en sus últimos años de existencia, los teutónicos se habían convertido en un ejército regular al servicio de la idea pangérmanica. En su primitiva organización, la Orden Teutónica comprendía a los caballeros, que eran los encargados de las misiones militares; los sacerdotes, de las espirituales y ritos de la fe y, una especie de legos que eran los encargados de servir a los primeros y los segundos.

Los componentes de los dos primeros grupos, caballeros y sacerdotes, estaban obligados a hacer votos perpetuos, en tanto que los legos podían abandonar la Orden cuando así lo creyeran conveniente.En un principio, cada casa, o convento de la Orden, debía estar habitada por un Comendador, doce caballeros y seis sacerdotes, amén de un número indeterminado de legos. La Dirección General de la Orden correspondía a un Gran Maestre cuyo cargo era vitalicio. Ahora bien, las decisiones de este Gran Maestre estaban controladas por un Capítulo General formado por los Maestres provinciales (Armenia, Acaya, Lombardía, Apulia, Prusia, Livonia y Germania).
En la misma residencia del Gran Maestre de la Orden debían vivir los demás altos dignatarios, que eran, el Comendador, el Gran Mariscal, el Hospitalario y el Tesorero.

La realidad histórica obliga a dejar constancia de cómo, al amparo de lo que en un principio constituyó el mismo ideal que empujó a los cruzados a Tierra Santa, es decir, la defensa de la fe cristiana, acabó convirtiendo a esta Orden en algo totalmente distinto al pensamiento de sus fundadores.

Debilitado el espíritu de las Cruzadas, la Orden Teutónica no sólo se desentendió de cuanto pudiera suceder en Tierra Santa, sino que acabó convirtiéndose en un ejército, cuyo ideal, si así puede llamarse, fue el ir conquistando tierras, no para extender por ellas la fe, sino para irlas poblando de elementos germanos. La religiosidad se había convertido en política al servicio de un nacionalismo que nada tenía ya que ver con los primitivos orígenes de la Orden.
La Orden continuó existiendo en el sur de Alemania hasta que fue disuelta por Napoleón en 1809. Renació en Austria en el año 1834 y mantuvo su identidad a lo largo de todo el siglo XIX, pero su actividad estuvo restringida a obras de caridad. En 1918 fue encabezada por un sacerdote y en el año 1929 se restauró por completo su disciplina religiosa.

Con la excepción del periodo de la II Guerra Mundial, por otro lado, surgio la rama militar en el Jefe de la Casa Imperial de los Hohenstaufen,el Príncipe Imperial Paolo Barbaccia de Hohenstaufen de Swabia, quién empezó a realizar obras de caridad.La Orden Teutónica se mantiene como una institución asistencial y caritativa desde 1929. Su cuartel general está en Viena, aunque posee casas en diversas zonas de Austria, Italia y Alemania.